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Lima Grita

Vibraciones sonoras del cine documental experimental en estreno.

Publicado: 2018-11-30

Dana Bonilla y Ximena Valdivia estrenan su ópera-prima, obra ganadora del fondo DOCTV Latinoamérica y premiada en el Concurso Nacional de Proyectos de Promoción Internacional de DAFO, con un documental urbano sonoro el 5/12 en el CCPUCP y el 7/12 en la Sala Robles en el marco del Festival de Cine Transcinema. Y luego, a nivel nacional, el 15 de diciembre a través de TV Perú.

Hasta hace no mucho tiempo, vernos a través del cine documental era poco frecuente. Con una producción local reducida que ha mejorado en los últimos años gracias al aumento de espacios de exhibición con festivales de cine autónomos y al financiamiento público nacional e internacional. Acepté de inmediato la propuesta de ver Lima Grita, anunciado como un documental sobre la escena underground de Lima a través de la música experimental. Han explorado uno de los territorios de creación sonora más interesantes en una ciudad con pautas musicales radicalmente distintas. La mayoría de limeños escucha cumbia, salsa o huayno, según las estadísticas. La diversidad sonora de Lima en su mayoría responde a patrones tradicionales y esta es una de las escenas de música en donde la exploración va en un péndulo entre lo ancestral y la electrónica y cercano a lo precario en su mejor versión desde el noise y la experimentación. Lo interdisciplinario no forma parte de un plan a priori, se da, sucede y ha logrado un espacio en el arte contemporáneo internacional. Uno de esos casos es el de Pauchi Sasaki quien en el 2016 fue una de las siete elegidas por The Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative, que promueve la mentoría de un artista renombrado, y en su caso fue Philip Glass, ganador del Globo de Oro y tres veces nominado al Óscar a mejor banda sonora. Participan también los músicos y artistas Trinidad Carrillo (de Pentapolar Birds), Ale Hop, Liquidarlo Celuloide, Rawa, Manongo Mujica, Dante Gonzales, Veronik, Jardín, FIL UNO, Paruro y Santiago Pillado-Matheu y Mariana Tschudi.


“Es una ciudad para automóviles, no es una ciudad para gente, no para humanos. Y a veces, en sueños como que es todo lo contrario, ¿no? Esa es la diferencia más marcada...Yo creo que todo eso se refleja también en la música”.


¿Qué Lima muestra el documental, qué buscaban proyectar de la ciudad?
Dana Bonilla: La Lima que hemos retratado es una Lima bastante subjetiva, es en la que Xime y yo nos hemos visto envueltas en los últimos años, si bien hemos tenido comentarios que es sólo un sector "arty" en algunos casos, creo que es sincero porque es el medio en el que nosotras nos movemos, si bien hemos querido salir de nuestra zona de confort, hemos intentado ser sinceras y mostrar una curiosidad real y un espacio que está dentro de lo que frecuentamos o de la Lima que nos gusta visitar o queríamos imaginar en esta película. Hemos querido escapar de lo que usualmente se conoce de Lima: del tráfico, del vendedor ambulante, buscando la Lima que está ahí pero un poco más oculta, volteando la esquina. Creo que toda la película busca un viaje interno, una introspección a nuestros corazones y al mismo tiempo una introspección y la búsqueda del detalle de esta ciudad. Intentar plasmar en imágenes una Lima surrealista, contradictoria, pacífica y caótica.
Vemos cerca de la movida de música experimental o en su entorno trabajo precario cuyos escenarios agregan una estética particular, esta fue una coincidencia de aquello que se encontraron durante las horas de filmación o cómo y por qué se eligieron esos espacios.
Dana Bonilla: La película ha tenido un proceso bastante documental y bastante ficcionado. Hay situaciones en las que el espacio estaba puesto y que justamente coincidía en cuanto a concepto, y en ese caso hemos buscado aportar estéticamente. En otros casos, como el de Pauchi Sasaki, Rawa, Paruro, Santiago Pillado-Matheu, entre otros, ha sido proponer una locación según lo conversado con los músicos y la búsqueda personal de ellos junto a lo que la música nos evocaba. Cerrar los ojos e imaginar cómo suena y dónde suena, ¿qué colores tiene, es de día o es de noche? Intentar reforzar la idea con el espacio, de hecho es justamente el espacio habitado por el músico un punto en el cual trabajamos mucho.

Pauchi Sasaki, violinista y artista 
con su obra escultura sonora.


Pudieron poner muchas más bandas, ¿esa selección tiene alguna interpretación?

Ximena Valdivia: Sí, en efecto pudieron ser muchas más bandas y con pena tuvimos que dejar fuera muchos proyectos que nos gustaban. El criterio de selección se fue dando durante años. Nosotras empezamos a gestar la idea de hacer una película en el año 2015 y para ese entonces ya veníamos grabando bandas con un proyecto previo que tenemos llamado Kino-A. Desde esa época sabíamos que queríamos trabajar con proyectos como Liquidarlo Celuloide, Jardín, Manongo Mujica, Pauchi Sasaki, Ale Hop, porque eran proyectos que representaban una propuesta y una actitud que iba de la mano con lo que nosotras buscábamos contar en la película.

Porque nuestro acercamiento fue real y no fue forzado. Los escuchamos en muchos conciertos, los seguíamos y buscábamos su sonido, creo que esto era porque ellos respondían a una intriga y una curiosidad que teníamos en ese momento. Cuando ganamos el fondo y Lima Grita se convirtió en una realidad, buscamos propuestas musicales que se complementen a las que ya teníamos, una gama más amplia de sonidos y texturas, una mixtura de personajes y atmósferas.




La ausencia de los nombres de las bandas, lugares, artistas deja al sonido explicarse a sí mismo y a través de él a la movida de música experimental. ¿Se les deja en el anonimato como una posición underground o crees que tendrá el impacto inverso?

Ximena Valdivia: Esta fue una disyuntiva por un momento, por un lado queríamos darle el reconocimiento inmediato al músico presentándolo bajo un rótulo. Pero la personalidad de Lima Grita no es la de un documental explicativo e informativo, y bajo esa premisa nos permitimos que ellos sean más que un "alguien", un canal energético que interpreta la música, que todos sean uno, que no importe quién es quién, que sean percibidos como seres como cualquier otro sin necesidad de clasificarlos ni etiquetarlos, solo están


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Vemos a artistas de varias generaciones, desde Manongo Mujica a Ale Hop pasando por Jardín a Santiago Pillado-Matheu con intervención de ícaros que extienden el territorio sonoro de Lima hasta la Amazonía como una una relación ancestral sagrada. Conociendo el trabajo de Arturo Ruiz del Pozo parece que fuese una selección hecha bajo la influencia del trabajo recopilado por Buh Records. ¿Podríamos hacer esa referencia?
Ximena Valdivia: Sí, claro, Buh Records fue el gestor que nos introdujo en esta escena y nos enseñó mucho desde un principio. La versatilidad musical que tienen sus festivales, la mezcla generacional y sonora. Creo que es uno de los puntos fuertes que tiene la película, ya que buscamos retratar esta pluriculturidad que tiene Lima a través de la música.
En otros países el documental musical es un género prolífico, aquí son pocos todavía, aunque se hayan hecho muy buenos como Lima Bruja o Sigo Siendo. ¿Les interesa continuar por ese camino? ¿Quizás explorar otros géneros musicales más populares o hay en la elección de la movida underground experimental una intención de sentar una posición artística?

Dana Bonilla: Lima Grita es una película de Kino-A. Kino-A es un proyecto de registro documental experimental de la música. Venimos trabajando este proyecto con Xime desde el 2013 y la idea es que siempre esté enfocado en la música y seguir haciendo cosas juntas y en este proyecto de vida creo que siempre buscaremos lenguajes nuevos, experimentar, las opciones son infinitas. De hecho nos gustaría hacerle un documental a una banda de chicas arequipeñas de punk que se llama "Alias la gringa". Sí, la idea es buscar más géneros musicales y distintos formatos. Lima Grita es el primer hijo de Kino-A, esperamos tener muchos más.


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Never kill the sunshine. Caudillismo y Pedigrí, 2004. 


Cuando todo haya terminado y sólo queden ruinas de nuestras breves obras confundidas en múltiples voces será preferible mantenernos suspendidos en el recuerdo de ese azul perfecto de nuestras mañanas perdidas para observar los reflejos brillantes de nosotros mismos en la ciudad. Lima Grita hacía falta.


Se estrena este 5 de diciembre en CCPUCP a las 8:30 pm y el 7 de diciembre en la Sala Robles Godoy del Ministerio de Cultura a las 7:00 pm.


Escrito por

Claire Jaureguy

Colabora con La Mula comentando temas de Arte, Museos y Gestión del Patrimonio Cultural.


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